miércoles, 4 de marzo de 2020

El nombre del Partido, su pueblo cabecera y la ciudad


            
Los nombres constituyen expresiones referenciales que se aplican a personas, animales, lugares o marcas registradas, para individualizarlos.
Los nombres de los sitios, espacios públicos pueblos y partidos, nos pueden contar mucho sobre la historia y cultura de regiones y municipios. Aunque supongamos lo contrario, también es nuestro caso. Siempre, definitivamente, ellos tienen carácter conmemorativo, es decir, han sido elegidos para conmemorar personalidades, eventos y valores que se consideran importantes para un colectivo.
La importancia que tiene el mecanismo que se utiliza para la imposición de una denominación nos da una fiel imagen de la manera de ver el mundo que tiene el grupo político que lo impone, sin tener en cuenta que, como decía una voz autorizada: “son como páginas de un libro de historia”. Y así es por cuanto que los nombres propios advierten del recuerdo y homenaje de personas ilustres, hechos históricos, entre las muchas posibilidades existentes, pero siempre cumpliendo los deseos de ese grupo que los impone. Las denominaciones representan y simbolizan la manera como la oligarquía gobernante impone sus intereses.

Y ahora si…, entramos al caso. Cuando se eligió el nombre de nuestro Partido fue para conmemorar la figura del coronel Luis Carlos Federico de Brandsen. Y no fue en el momento de crearse el partido sino el 25 de noviembre de ese año, cuando el gobernador decreta que el “Nuevo partido creado entre los de Ranchos y Ensenada”, nombre dado por la ley, se denominará “Brandzen”. El nombre “Brandzen” era una denominación que había quedado vacante desde 1868, usada para bautizar un pueblo que por ley provincial nacería en Tres Arroyos y que nunca se materializó más allá de los papeles.
Existe toda una ciencia especifica que estudia este tema, la toponimia u odomástica geográfica, una disciplina de la odomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar. Desde esta mirada etimológica el apellido del coronel viene del neerlandés “brand” y que en español significa “fuego”; de allí derivan bradsen: asado; de brandsen o de Brandzen: las quemaduras; Brandsen o Brandzen: Ardor. Como se observa la s o la z no hacen variar las acepciones y significados. Este análisis nos lleva a definir que discutir cómo se escribe el apellido del coronel es estéril, mucho más observando que su generación y la generación que lo homenajeó consideraba que su apellido se escribía con “Z”. Lo hizo desde la representación y simbología de la manera como la oligarquía gobernante impuso sus intereses.
Queda claro entonces que esa Z no es un simple error orto y tipográfico. La etimología prueba lo contrario pero además se suma el dato que el mismo Luis Carlos Federico y su familia la utilizó. Puede verse en su firma autógrafa y la prueba contundente del uso familiar se encuentra fácilmente. El dato más a mano del que se dispone es “Funcionarios bonaerenses (1810-1950)” de Rubén De Luca de 2008, podemos encontrar en la sección Diccionario lo siguiente: (sic) “BRANDSEN, José Luís Benjamín Gerardo (n. 1822 – m. 1871).- Actuación: Consejero de la Municipalidad de Buenos Aires (1864).- Nota: Era hijo del Cnel. Federico Brandsen (1785-1827) y Rosa Jáuregui. Por especial pedido de su madre utilizó el nombre de su padre luego del fallecimiento de éste, figurando Federico Brandsen (hijo) en el decreto de nombramiento respectivo.” Como no me quede con lo que me decía De Luca, estando ocasionalmente en la biblioteca de la Legislatura de la CABA, como recreo consulté el Registro Oficial de 1864 y noté que en el original y el impreso del decreto de designación del hijo del coronel que el apellido estaba con “z”.
Todo esto es redundante ya que desde la aparición de la “Biografía del coronel Federico de Brandsen” de Carlos Salas, editado en Buenos Aires en 1910, el autor señala que algunos biógrafos y escritores precedentes han referido a que el apellido era Brantzen y Brandzen, cuando la verdadera forma de escribirlo era Brandsen, y eso, en vista de lo aquí expuesto, es así. Es algo que no debiera discutirse desde 1910, el apellido original del coronel se escribe con “S”.
Pero como no existen dudas respecto a como es el apellido original del coronel, tampoco existen dudas respecto a cómo se escribe el nombre del partido que homenajea a ese mártir. El que las tenga solo tiene que ver los documentos de su creación y denominación. Y esto se reafirma en 1966, y queda plasmado en 2015 con la aparición del primer libro de historia de nuestro partido.
Otra referencia del nombre, de las iniciales, la tenemos con la anexión de las tierras del Partido de Magdalena, hoy cuartel 9° de Brandzen. La Ley del 6 de agosto de 1879 de anexión señala: “…Art.1°: Queda agregado al Partido de Brandzen,…”.
Respecto al nombre del pueblo cabecera del Partido la primera referencia puede encontrarse en el primer libro copiador de notas del Juzgado de Paz del Partido. El nombre aparece en la segunda página y consta como Brandzen. En la nota del 23 de diciembre de 1875 Pedro Ferrari designa al pueblo que quedaría fundado el 22 de junio de 1876 como Pueblo Brandzen.
En los más antiguos partidos de la provincia donde se impuso el nombre del coronel a una calle se escribe con “Z”, Avellaneda y Quilmes son un ejemplo respecto a lo generacional que señalara.
Más allá de todas las argumentaciones sobre la “z” o la “s” del apellido, la que desde la biografía de Carlos Salas sobre el coronel no está pendiente de resolución por una u otra; y para responder claramente a dudas no podemos dejar de considerar las leyes y decretos sobre las denominaciones más antiguas del partido, además del uso del nombre por toda la administración pública nacional, provincial y municipal durante el siglo XIX y parte del XX, no solo en la escritura sino en membretes y los sellos oficiales.
Por lo expuesto es claro que traer la vida del coronel a esta discusión es creer que las peras son manzanas. Si no fuese así comencemos a replantearnos varios nombres, en especial la denominación de la calle que atraviesa la ciudad de norte a sur, el bulevar Sáenz Peña que debería denominarse Sainz de la Peña, la verdadera forma de escribir el apellido de la ilustre familia que en su tiempo tuvo que ver con la vida política de nuestro “Brandzen”, como también el nombre del río que nos atraviesa, Samborombón, que se escribió a lo largo de la historia como San Borombom, Sanborondon, de Samborombón y Zamborombon.

La historia del pleito entre la “Z” y la “S”

En 1896 una nota periodística inicia pública y certeramente la discusión respecto al uso de la “s” o la “z” en el nombre del partido y su pueblo cabecera. Discusión que seguramente, dado el tenor de la nota, se había iniciado antes. En un ejemplar del periódico semanario “La Libertad”, su director Antonio Peralta Castro es quien en una larga nota en tapa da una serie de argumentaciones muy cercanas a las actuales del porque el apellido de Brandsen se escribía con “S” y por ende debiera cambiarse el nombre del partido de Brandzen por Brandsen.

Para evitar confusiones se agrega nueva confusión

En la reunión de Directorio del Ferrocarril Oeste del 14 de junio de 1883, entre otros, se aprueba autorizar al presidente de la compañía a convenir los horarios de los trenes sobre la base del F.C. Sud y abrir al servicio público la línea el 1º de julio. 
La línea había construido solo una estación, Gómez, utilizando las de Tolosa del Ferrocarril del Ensenada y la de Ferrari del Sud como cabeceras.
El 16 de enero de 1885 el responsable de la línea Oeste, Mauricio Mayer, comunica al director de la línea Tolosa-Ferrari, que la Dirección Administrativa había resuelto que de acuerdo con lo ordenado se haga estación independiente en Ferrari, arreglando lo necesario con el Ferrocarril del Sud. Construida la estación en el pueblo de Brandsen, se la denominó Ferrari igual que la del Sud, la habilitada en 1865. Desde entonces el pueblo tendría dos estaciones Ferrari sobre las actuales calles Ituzaingó, una a la altura de la hoy calle Ferrari; y la otra a la altura de Bulevar Mitre. Con el transcurso del tiempo, esto llevaría confusión en cuanto a la determinación a que estación Ferrari se referían los pueblerinos y autoridades. Para sanear esta situación la Comisión Municipal resuelve autorizar al intendente dirigirse al director general de Ferrocarriles de la Provincia para solicitar se estudie la conveniencia en cambiar el nombre de la estación Ferrari por el de Brandzen, invocando que era el oportuno por ser el nombre del pueblo en que se encuentra situada.
El 18 de febrero de 1888 el intendente se dirige al director de los ferrocarriles provinciales haciendo el pedido formal. Además de exponer lo anterior, en los fundamentos indica que siendo de práctica que el nombre de la estación se había basado, como era de uso, en el nombre de los propietarios del terreno en que está situada, pero el caso de la estación Ferrari del Ferrocarril Oeste se encontraba en terrenos que pertenecían a Andrés Wilkie, antiguo vecino de este Partido.
En la solicitud por el cambio de denominación, el intendente agregó que la circunstancia de llevar el nombre de Ferrari la estación del Ferrocarril Sud era un motivo más para que sea cambiado, por estar situadas a muy poca distancia presentándose continuamente dudas.
Iniciado el trámite, la Dirección General de los Ferrocarriles de la Provincia consideró oportuno el cambió de nombre con el argumento esgrimido por el municipio, aconsejando al gobernador proceda al cambio. El Poder Ejecutivo encontrándolo aceptable, el 9 de marzo de 1888 emite un decreto resolviendo autorizar a la dirección para sustituir el nombre de la estación denominada Ferrari del Ferrocarril Oeste por el de “Coronel Brandzen”, señalando erróneamente que éste era el nombre del Partido donde estaba situada. Esto se convierte en antecedente para el cambio de denominación que se procurará en 1917 sobre la estación Ferrari del Ferrocarril Sud, la que pasa a denominarse “Coronel Brandzen”.

Cincuentenario de la creación del Partido

A fines de 1924 las autoridades municipales comienzan a tomar conciencia que faltaba un año para que el partido cumpliera cincuenta años de existencia. Con el propósito de organizar los respectivos festejos, el intendente Manuel Alcuaz envía al Concejo Deliberante el proyecto de presupuesto para 1925 con un aumento de 700 pesos en la partida de “fiestas públicas”, llegando a los 2000 pesos. El 17 de diciembre el Concejo trata el tema y se aprueba, por lo cual iniciaba oficialmente la organización de los festejos.
Como primer paso para concretar los festejos se resuelve constituir una comisión que se encargue de la organización de los festejos y administre los dineros municipales asignados. Estos actos son la coronación oficial del uso del nombre “Coronel Brandsen” al partido y ciudad, la confusión de las fechas de fundación de la ciudad y de creación del partido y la de suponer que existe un fundador, recayendo por resolución del Concejo este título en Pedro J. Ferrari. Hoy conocemos que no es así.
Esto es un claro ejemplo de situaciones tantas veces indicadas sobre las consecuencias de mezclar partidismo e intereses de grupo metiéndose en cosas de las cuales son ajenas.

El cuaderno del cincuentenario

Por su parte y a título personal, aprovechando la ocasión del cincuentenario de la creación del Partido, los responsables del Instituto Mercantil de Brandsen, Santiago Femenía y José Mortin, confeccionaron y editaron un cuaderno conmemorativo de los festejos, de la situación y realidad del Partido ese año, el que denominaron “Recuerdos de Coronel Brandsen y su Partido. 50° aniversario de su fundación. 1876 - 1926”.  Contenía en tapa la imagen del coronel Federico de Brandsen y en la primera página la de Luis Sáenz Peña, al que le otorga sin ninguna base documental el título de “fundador” a pesar de lo resuelto meses atrás por el Concejo Deliberante. La parte inicial se tituló “Resumen histórico de la fundación de Coronel Brandsen y su partido”, seguía como subtitulo las “Instituciones principales”, inmediatamente continúan una serie de fotografías de lugares, actividades, comisiones y grupos escolares del pueblo y alrededores inmediatos a la cabecera de Partido. Bajo el título “Fiestas del Cincuentenario” después siguen las fotografías de las actividades del festejo; terminando el cuaderno con más fotografías de lugares, actividades, comisiones y escolares de las “Estaciones: Gómez, Jeppener, Oliden y Altamirano”.
El cuaderno “Recuerdos de Coronel Brandsen y su Partido” es un retrato impresionista del partido en 1926. En él se detallan textual y fotográficamente instituciones, profesionales, industrias, comercios, calles y vistas panorámicas y aéreas.

El municipio agrega más confusión

El Automóvil Club Argentino y el Instituto Geográfico Militar solicitaron en 1966 al entonces Archivo Topográfico de Geodesia del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia, que informe sobre la verdadera nomenclatura, grafía o forma de escribir el nombre del Partido de Brandzen o Brandsen. El equipo del Archivo dirigido por José María Prado informó que “conforme a la ley de creación y al origen del apellido del guerrero de la independencia, la nomenclatura verdadera era Brandzen y no Brandsen”. Enterado de la conclusión a la que habían arribado Prado y sus colaboradores, sin ningún tipo de autoridad al respecto, el municipio objetó el informe con el mero argumento de tratarse todo de un error ortográfico, sosteniendo para esto que el texto de la ley y el nombre del epónimo de la estación del ex Ferrocarril del Sud, Brandzen y coronel Brandzen, respectivamente, era un yerro; sin fundamentar más el asunto. Recibida la objeción del municipio, el Archivo de Geodesia resolvió poner en manos de instancias superiores el asunto, solicitando a la Academia Nacional de la Historia que estudie e informe respecto a la correcta nomenclatura de tres localidades de nuestra provincia: si era Acasuso o Acasusso, Lamadrid o La Madrid y Brandsen o Brandzen. La Academia resolvió la incógnita de las dos primeras; contestando a Prado respecto a nuestro tema: (sic) “…en cuanto a Brandsen o a Brandzen se están realizando investigaciones para dilucidar el asunto. Una vez concluida la investigación, le informaremos inmediatamente sobre el resultado…”. El examen les llevó casi cuatro años y fue incompleto, a pesar de esto resolvieron señalar que Brandsen se escribe con “s”, fundándose en el análisis minucioso de la firma en un documento autógrafo del coronel, no pudiendo llegar a documentos relativos a sus progenitores o inscripción de nacimiento por haberse destruido los mismos a causa de un incendio.

Documento adulterado

Como parte del trámite para la formación del partido que será Brandzen, el 2 de agosto de 1873 el gobernador vuelve a tomar intervención para que el legajo quede en el Departamento Topográfico, el que comienza a profundizar los estudios para dar el respectivo informe y elaborar el plano.
El 16 de septiembre el trabajo estaba concluido y los agrimensores Saturnino Salas, Germán Khur, Pedro Benoit y Jaime Arrufo suscribieron el informe. Para la elaboración del primer plano del partido no solo se valieron de las explicaciones de los vecinos interesados, Se había quitado del proyecto sectores correspondientes a las actuales localidades de Gómez y cuartel 4°, habiendo los vecinos adherido en su totalidad a la formación del nuevo distrito. Esto, según el informe, pudo haber sido por cantidad de leguas cuadradas a utilizar, ya que al incorporar un sector se debió equilibrar con otro. El despacho, que incluye el proyecto en un plano señala: “...los límites que van marcados con líneas en carmín fuertes, convienen para la creación del nuevo partido que se trata de crear. Esa extensión abrazada por el perímetro indicado, es de 27 leguas cuadradas calculadas gráficamente sobre el Registro Gráfico, la cual también como se ve queda dividida por el río Samborombón, desmembrando al partido de Ranchos 18 leguas cuadradas y otra parte al Norte desmembrada al partido de la Ensenada 9 leguas...”.
Con la orden del gobernador de remitir el expediente con el correspondiente mensaje a la Honorable Legislatura, para la resolución que estime conveniente, el 1° de octubre se cierra la primera etapa de trámites. El día 3 las notas y el plano pasan de la gobernación a la Cámara de Senadores de la Provincia. Once días después el cuerpo legislativo lo destina a su Comisión de Legislación para el adecuado tratamiento y despacho.   
Iniciado el estudio del proyecto, los Senadores lo observaron con la pretensión que las tierras que se sacaran a los Partidos de Ranchos y Ensenada para crear el nuevo, sean en cantidades similares, solicitando oficialmente “...si es posible encontrar otra línea de división con el de Ensenada buscando una porción aproximadamente igual al que se toma de Ranchos 18 leguas...”. Sobre el plano se dibujan entonces nuevos limites quedando el partido con la extensión que se conociera hasta la anexión del cuartel 9° de Magdalena (hoy localidad de Samborombón y Oliden).
Sin poder precisar fecha, ese plano que indicaba el nombre del partido como “BRANDZEN” aparece adulterado borroneándose la “Z”, la cual puede leerse claramente, sobrescribiéndose una “S” en su lugar.

Conclusiones

“La vida de las palabras: nacen, se desarrollan, viajan, emigran, se adaptan, se transforman... Y hasta pueden llegar a desaparecer del todo, caso de los topónimos.”
“Brandzen” (partido) tiene tres casos, un topónimo y dos odónimos; el apellido del héroe aplicado al nombre del partido con el uso y costumbre de la época de su imposición al nombre de su pueblo y ciudad cabecera y el nombre y apellido aplicado al nombre de una de las calles de un barrio de ese pueblo y ciudad cabecera con el uso moderno, con “S”.
El informe elaborado por José María Prado y sus colaboradores, miembros del organismo provincial entonces encargado de las tareas de brindar los informes eruditos correspondientes, el Archivo de Geodesia, afirma que “conforme a la ley de creación…la nomenclatura verdadera es Brandzen y no Brandsen” no era errado desde el punto de vista nomotético.
En otro sentido, la Ley declarando ciudad al pueblo de Brandzen, de la década del ’70 del siglo XX, está escrita con “s”. Caprichos corporativos.
Para aquellos que somos respetuosos del sistema legal no debe haber dudas y hasta que no se sancione y promulgue una Ley y/o Decreto provincial correctivo, el distrito se llama oficialmente Partido de Brandzen. Caso distinto es el de la cabecera del Partido que hasta hoy se llama Ciudad de Brandsen, pero el nombre original es Brandzen, colocado por el mismo don Pedro Ferrari, su fundador. 
Finalmente, la “S” aparentemente ganó. El uso y costumbre impuso sobre el verdadero nombre del partido y el pueblo cabecera del partido, los originales: Brandzen.
Somos Brandzen como Partido, nuestra ciudad cabecera hoy se llama Brandsen, nuestra estación ferroviaria se llama “Coronel Brandzen”, y a todo lo escribimos como “Brandsen”.
Así somos, somos todo esto hasta que nos pongamos los largos.


Observación:

El profesor Pablo Aguero, historiador y biógrafo del coronel Brandsen acotó al respecto:
"Muy bueno. En realidad, el nombre del Cnel. era Charles Louis Frederic de Brandsen (no te olvides que era francés) y que no es Luis Carlos, sino Carlos Luis. Sería bueno mencionar al Censo Nacional y a otros documentos históricos, pero vos sos el autor.

Después conversamos al respecto. Un abrazo."

Por este motivo aclaramos que citar todos los documentos existentes respecto al uso de Brandzen es imposible dado que como se citara Todos los documentos del siglo XIX y principios del siglo XX referidos al coronel, al partido y el pueblo se escriben con Z.

1 comentario:

  1. Estimado Prof. Vignola: estoy interesada en la Sra. Jesús Martina Rey de Villamil que parece haber sido maestra en la escuela Nº 6 entre 1899 y 1914 (probablemente). Se casó en Brandsen con el Sr. Villamil en 1903 y tuvo allí varios hijos hasta 1913. En 1914 pasó a Quilmes, donde ejerció el magisterio muy poco tiempo, para trasladarse luego a Adrogué. Cualquier información que Ud. pudiera compartir sobre ese período me sería muy útil para la investigación que estoy realizando sobre antiguos educacionistas en Quilmes. Despertó mi curiosidad que en el artículo sobre la historia de las escuelas justamente no figura la Nº 6. A la espera de sus comentarios, lo saludo muy atte. archivonormal@gmail.com

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