Brandsen. La ciudad sin fecha de fundación

La ciudad cabecera del partido no tiene fecha de fundación. Suele confundirse la de la creación del Partido con la de la fundación del pueblo Brandzen, origen de la ciudad. Un proyecto pondría las cosas en su lugar y propone la primera organización de los respectivos festejos. Se trata de la presentación a las autoridades respectivas, Archivo Histórico de la Provincia, de Geodesia y a nivel local el Concejo Deliberante para la adopción de una fecha. El proyecto, acompañado por un estudio histórico, analiza la situación de la época de fundación de la ciudad y propone una fecha, el 22 de junio de 1876. Adhiera al proyecto vía correo electrónico.
Los fundamentos a continuación:

Texto del trabajo que fundamenta la fecha de fundación de la ciudad de Brandsen presentado en Primer Congreso de historia de la Federación de Entidades de estudios históricos de la Provincia de Buenos Aires.

Una capital para el nuevo Partido.
Brandsen y los pueblos de la época fundacional. El establecimiento de su capital y la determinación de su fecha de fundación.

Vignola, Carlos Marcelo
                                               
Resumen

El presente trabajo se propone analizar los hechos que llevaron al establecimiento de los pueblos de Brandsen y al de su capital. En primer lugar se estudiarán los antecedentes y la realidad urbana, social y política del Partido en el período histórico, para intentar dar cuenta del contexto en que se crea un nuevo loteo, cuando los que lo antecedieron habían fracasado pero estaban establecidos. Luego se tomará el caso de la conformación del ejido de Brandsen analizando todos sus pormenores para arribar a definir una fecha que pueda estimarse y aceptarse como la fundacional del pueblo que fue fundado para asiento de las autoridades del distrito en 1877.

Palabras clave: Brandsen. Situación urbana. Loteos. Asiento de las autoridades.

Introducción

Entre 1860 y 1875 se vivió en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires una estampida de proyectos de creación de pueblos desarrollados alrededor de las estaciones ferroviarias o las programadas. Los planteos eran llevados a cabo por especuladores, quienes poseían o compraban fracciones entre 150 y 500 has, las que subdividían en quintas y manzanas, dejando una o más plazas, alrededor de las cuales se establecerían edificios públicos.
El negocio consistía, en caso de contar con tierras propias próximas a las estaciones, en contratar un  agrimensor oficial, diseñar el plano, contratar con casa de remate para publicitar la venta en Buenos Aires y establecer domicilio en Buenos Aires para venta privada. Se trataba de comprar barato y vender caro en el menor tiempo posible, incorporándole muy pocas mejoras al bien.
Las urbanizaciones que nos ocuparán tuvieron las siguientes características: Estrecha relación con las estaciones ferroviarias con superposición espacial de la actividad urbana y ferroviaria. Escaso control oficial sobre los trazados que perjudicó a la efectiva cesión de los espacios públicos y reservas para edificios y poca previsión e importancia sobre el espacio destinado a la actividad agrícola a contraria a las políticas oficiales de promoción agrícola.1
 
Objetivos

Objetivo general:

  • Estudiar los proyectos urbanísticos del Partido de Brandsen durante el siglo XIX.

Objetivos específicos:

·    Proponer una fecha para adoptar como fundacional de la ciudad de Brandsen.
·    Solicitar los estudios pertinentes a los organismos competentes provinciales, Archivo Histórico Provincial y Archivo de Geodesia del Ministerio de Infraestructura, a fin refrendar o corregir las conclusiones.
·    Elevar a los poderes públicos municipales el estudio, los resultados y conclusiones, proponiendo el establecimiento oficial de la fecha resultante como la de fundación de la ciudad.
·    Organizar por primera vez los actos para la celebración de la fundación de la ciudad. (135° Centésimo trigésimo quinto aniversario).

Marco teórico. Antecedentes históricos

1 - Auge de loteos en el siglo XIX: Sucesos político-económicos que abrieron los proyectos inmobiliarios del territorio que será  brandseño.

En 1867, el Banco de la Provincia creó la Oficina de Cambios, por la cual se ingresó en el régimen de la convertibilidad, se fijó el valor del papel moneda, aumentó la circulación monetaria y la baja del interés del dinero, la posibilidad de transacciones comerciales creó la sensación de cierta bonanza económica. 2
En los primeros años de la década de 1870, el crédito constituyó la herramienta que le permitió a los especuladores, “enriquecerse sin trabajar”.3
En 1871, el Banco de la Provincia de Buenos Aires recibió dinero del gobierno nacional en calidad de depósito comercial. Para ganar en intereses, el Banco decidió movilizar dicho capital a través de préstamos a bajo interés y con vencimiento a plazo de 5 años. Esto desarrolló la actividad comercial, subieron las importaciones de productos en su mayoría provenientes de Inglaterra y la compra de bienes raíces.4
En 1872 como consecuencia de las guerras interiores y exteriores y la necesidad de la provisión de los ejércitos se contrataron empréstitos en Londres. El ingreso de divisas en la provincia y la Nación, por lo que se generó fuertes reservas en oro y una gran expansión de la emisión de papel moneda y del crédito bancario que impulsó nuevamente a la actividad comercial. Se crearon los bancos Nacional e Hipotecario, lo que acrecentó aún más la actividad comercial al menos hasta 1873.5
La inmovilización de los préstamos hipotecarios produjo la creación del Banco Hipotecario de la provincia de Buenos Aires, dependiente del Banco de la Provincia.
Siguió el aumento del gasto público, de las importaciones y se desató una fiebre especulativa con tierras. Pero había un problema, los ingresos no provenían de los excedentes de la balanza comercial sino de los empréstitos.6
Mientras se recibió capitales externos el déficit comercial pasó desapercibido. Pero cuando, como consecuencia de la propia crisis europea, este flujo decayó, la situación deficitaria provocó una gran merma de las reservas en oro, ya que las exportaciones, aunque relativamente crecientes, estaban muy lejos de equilibrar los requerimientos de importación para el desarrollo de un país en guerra interna y externa, donde casi todo estaba por hacerse.
La crisis comenzó cuando se empezó a exportar oro en pago por las obligaciones contraídas. Al escasear el capital, los créditos ya no se otorgaron con tanta facilidad y la tasa de interés se incrementó a un 15% con excepción de los acordados por la institución bonaerense, cuya tasa se mantenía en el 8%. Los bienes raíces se depreciaron a la mitad de su valor y las mercancías se vendían a muy bajo precio. Los que habían invertido en tierras acudieron al Banco Hipotecario. En tanto, las demás firmas comerciales resultaron perjudicadas. Las quiebras se suscitaron luego. En 1875 la depresión se agudizó y sacudió a la totalidad del mundo financiero. Las finanzas entraron en estado deplorable. El Banco Hipotecario ante la falta de pago de sus clientes, por los préstamos concedidos, ejecutó en remate público los inmuebles entregados oportunamente en garantía.7 Como consecuencia hubo contracción del crédito, falta de circulante, reducción del gasto estatal, parálisis de la obra pública, reducción de personal administrativo, de sueldos y aumento de las tasas aduaneras a la importación. 8
En 1875, ante la falta de movilidad en la compra y venta de tierras, las propiedades que habían sido adquiridas en los años anteriores son entregadas al Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires en calidad de garantía, con el fin de obtener cédulas con que seguir operando en el mercado inmobiliario. La gravedad a que llegaron las circunstancias derivó en la falta de pago de las obligaciones contraídas, con lo cual el Directorio del Banco ordenó la ejecución a través de la venta de los inmuebles hipotecados. 9
Al principio fueron los bancos y el comercio los más castigados, pero hacia 1876 la producción rural y en 1877, el hasta allí próspero negocio ferroviario, corrieron la misma suerte.
A partir de 1874 las importaciones disminuyen y si bien las exportaciones mantuvieron su nivel, aún con precios deprimidos, recién en 1876 se obtuvieron saldos positivos y en 1879 puede considerarse que la crisis se había superado, para ingresar en la gran expansión que caracterizó a la siguiente década, la de 1880.10
Bajo estos sucesos político-económicos se planteó la creación del partido de Brandsen en 1872 y los encadenados proyectos inmobiliarios del territorio brandseño en este período, el de Jeppener, en 1865; el pueblo San Juan, en 1874; el Gran pueblo General Bolívar y el pueblo Brandzen, en 1875.

2 - Los proyectos inmobiliarios en el territorio en cuestión

2.1 - El pueblo de Jeppener

En posesión de su estancia, Whilliem Jeppener continúa el uso del casco de los Mohr, los anteriores propietarios, la casa denominada El Cónsul 11, y comienza a administrar el establecimiento ovino. A partir de 1863 tendrá protagonismo en los acontecimientos sociales y económicos de la zona por los próximos tres años; cuando la empresa “Gran Ferrocarril del Sud de Buenos Aires” entabla con él relaciones a fin de ejecutar las obras que se realizarían para el paso del tren por su campo. Con el ofrecimiento del terreno en donación para la estación y la compra de la franja de campo para vías, los empresarios y Jeppener llegan a un acuerdo final.
La construcción se dividió en secciones, las cuales se hallaría a cargo de una empresa y por la ferroviaria habría un ingeniero jefe. Indudablemente Guillermo Jeppener, entabló buenos vínculos con estos británicos, seguramente sus negocios porteños y por ser también extranjero, lo que llevarían a que obtuviera de las personas que representaban a la empresa algunos beneficios.
Entretanto la sección Samborombón de las obras del Ferrocarril Sud se concluyeron junto con la línea, en agosto de 1865 y se comienza con la tarea de habilitarla. Simultáneamente se habían abordado los aspectos legales respecto a los títulos de propiedad de las tierras utilizadas por la empresa. El día 3 se escrituran las donadas por Jeppener. El 14 de agosto de 1865 se habilita provisoriamente el servicio hasta la estación epónima. La sección Samborombón, que comprendía las estaciones Domselaar en San Vicente, Ferrari y Jeppener. Esta se transformó en el sector que atendía su mantenimiento, centro y cabecera de tránsito, instalándose el taller y la residencia de la cuadrilla. Así, en un futuro cercano, se aseguraba un movimiento de personas que llevaría al poblamiento de sus alrededores más rápidamente que en las otras estaciones de iguales características.
Ya elaborado el diagrama de lo que se denominó y se convertiría en el Pueblo de Jeppener, se produjeron ventas. La primera fue la del 14 de septiembre a Thomas Petty, correspondiendo a los lotes 10 y 11 de la manzana D. Inmediato continuaron la Manzana F y H que pasaron a propiedad de Juan de la Llave; el lote 1 de la manzana G a Lucio Suárez y los 9, 10 y 11 de la misma a Domingo Cardenal o Cardinali. Asimismo se enajenaron las manzanas C y E sin detalle de comprador en el plano. Todos escrituraron en los próximos años. Concluido el plano estos compradores constan, excepto el de las C y E. Por fuente de 1870 sabemos que parte de la manzana E fue adquirida por Elías Radovich para la construcción de una grasería.12 Los indicados puede decirse que son los vecinos fundadores.
El Pueblo de Jeppener estaba dividido en dos sectores. Con centro en la estación había dos plazas enfrentadas a ambos lados de la vía, las manzanas de la circunvalación a ellas estaban señaladas con letras, las regulares de la A a la K y las irregulares con las L, M, N y O; completando el proyecto de 62. El centro cívico formado por los terrenos que obligado por las disposiciones debía donar alrededor de una plaza de 200 metros x 100, donde se enfrentaban los destinados a municipalidad con el del juzgado de paz y en la manzana a la izquierda, en el eje, el del templo. Se pensó una plaza cada dos o tres cuadras y se dejaron terrenos enfrentados para dos escuelas. Además se reservó el lote 1 de la manzana D para el templo de los ingleses. Las manzanas 1 y 2 frente a la plaza de la estación no tenían división en lotes, como si se hubiesen querido reservar, según usos y costumbres, para mercado, almacenes o barracas, ampliando el espacio ferroviario. Es de destacar que en el plano original del pueblo de Jeppener no estaba previsto ningún terreno para uso de enterratorio o cementerio.13
Se desconoce el autor del diagrama del pueblo. Nunca hubo un trámite oficial, permiso y aprobación lo que llevó a conflictos vecinales luego de 1882.14
Como todo pueblo planteado en la época, los terrenos resultaron caros y quedó casi despoblado. En 1881, Jeppener vende su estancia a Andrés Jones. Dentro se encontraba el diagrama. El pueblo había fracasado quedando prácticamente desierto hasta principios del siglo XX. Los hermanos Mulhall indican en una nota de 1869 que el loteo fracasó debido al alto costo de los terrenos.15 Lo que es una constante a todos los pueblos de Brandsen durante este período.

2.2 - El pueblo San Juan

El 7 de abril de 1873, Don Adolfo Schenk vende a Manuel y Juan Ximénez un área de terreno en el Partido de Ranchos de 1600 x 1300 metros aproximadamente, próximos a la estación Altamirano.
El terreno fue dividido en 180 manzanas de entre 86, 60, 90 a 100 metros de lado aproximadamente, con calles de 15 metros de ancho. El 20 de mayo de 1874 comienza en Buenos Aires la venta de este loteo, lográndose alcanzar la comercialización de 96 manzanas en un año.16
El 29 de mayo de 1878 el gobierno provincial aprueba oficialmente el plano con el nombre de pueblo San Juan.17
Por quiebra de los hermanos Jiménez y juicio mediante, en 1881 las manzanas fueron recuperadas por el síndico a cargo y así quedó olvidado el proyecto.

2.3 - El Gran pueblo General Bolívar, hoy Altamirano

            El 17 de mayo de 1875 se aprueba oficialmente el plano del pueblo que el agrimensor José Benítez elaboró por orden de José Onagoiti en Altamirano, sobre la estación de tren, en los terrenos que fueran de Felipe Altamirano. Contaba con 214 manzanas, 5 plazas, 3 terrenos de 50 x 100 metros destinados a edificios públicos, una gran fracción destinada para cementerio y, como lo preveía las normativas y regulaciones y costumbres para la formación de ejidos a partir del  31 de octubre de 1870, se reservó una considerable cantidad de terrenos como tierras de pan llevar, quintas y chacras para abastecimiento del futuro pueblo.
Lamentablemente el expediente se extravió por lo cual no conocemos más del pueblo que pudo rivalizar con el proyecto de Ferrari para capital del nuevo Partido.
Desde ese momento, sobre la base del Gran pueblo General Bolívar comenzará el asentamiento poblacional del pueblo de Altamirano.
Es el Gran pueblo General Bolívar el segundo pueblo nacido en el partido de Brandsen y el primero pensado certeramente para que sirva de cabecera de distrito, ya que fue el precursor en destinar un amplio terreno a cementerio público. Su planteo fue pensado especulando en el desarrollo de los alrededores de la estación por las iniciativas que las empresas del Sud y la de Pedro Guerin y Cía. venían ejecutando, relativas a la formación de la estación en el nudo ferroviario del sur de la provincia.
La tramitación del proyecto concluyó el 13 de noviembre de 1877.1

3 - Un nuevo Partido, sin capital

La presentación de los vecinos solicitando la creación de un Partido con tierras de los de Ranchos y Ensenada aclaraba que se abstenían de hacer alguna indicación “...sobre la ubicación que sería mas conveniente para la traza del nuevo pueblo, y preferimos que esto sea el resultado del estudio y examen que debiera practicar sobre el terreno alguno de los empleados del Departamento Topográfico...” requiriendo además “...nombrar un agrimensor si lo creyese conveniente para que trasladándose a la localidad en que debe formarse el nuevo partido proyecte una traza del nuevo pueblo en el local que indique aquel Departamento expropiándolo si fuese necesario previa autorización legislativa si es que el propietario o propietarios o quienes afecten no se conviniese al efecto...”.19
El resultado del estudio de las ubicaciones de las propiedades con los que se formaría el nuevo Partido, muestran que la estación Ferrari del Ferrocarril del Sud quedaba en una situación central, esto debido a que los terratenientes que adhirieron a la petición de crear el Partido se encontraban mas cercano a San Vicente, perteneciendo antes de 1866 al antiguo territorio de Ensenada y San Vicente. En la misma nota estos vecinos agregan que “…sería muy conveniente que el nuevo pueblo a formarse sobre la línea del ferrocarril del Sud en su trayecto por el deslinde de ambos partidos resultando en esto la facilidad de las comunicaciones con el nuevo pueblo...”, dada la ubicación de la estación era evidente que el sitio para un pueblo era en sus proximidades. Es de estimar que la instalación de un pueblo en la estación Ferrari era un tema conversado entre 1872 y 1875, pero no definido.
Pero el proyecto inicial se había aprobado con grandes modificaciones, siendo el territorio incluido en el nuevo partido el doble de lo proyectado, incluyéndose dos pueblos, Jeppener y General Bolívar, este último en pleno desarrollo urbanístico, convertido en nudo ferroviario, listo para albergar a las autoridades municipales y con gran potencialidad por los proyectos que la empresa del Sud y el mismo Estado tenían sobre la estación Altamirano.
Puede indicarse que la aprobación definitiva del proyecto de creación del Partido fue el momento en que Pedro José Ferrari vio oportuno para organizar un loteo en sus campos.

3.1 - Las autoridades municipales y su asiento

        Luego de designarse oficialmente las autoridades legales del partido comenzó la vida política autónoma de Brandsen. La tarea sería enorme, crear toda la administración, para lo cual la primera medida tomada por Ferrari fue enviar el 30 de noviembre la nota de aceptación al cargo de juez de paz, habilitando así el funcionamiento del municipio. Inmediato se acuerda con los miembros de la comisión municipal disponer el día de la reunión constitutiva, la que se realizó el día 3 de diciembre. Instalados, como veremos en un ala de la estancia El Chañar, se resolvió nombrar a Antenor Orfila como secretario de la municipalidad cargo rentado cuya función era la de escribiente.  Según lo preveía la ley que regulaba el funcionamiento municipal debían asignarse a cada miembro de la comisión municipal una tarea específica, luego de haberse efectuado el juramento de ley tomado por el juez de paz que naturalmente era el Presidente de la Comisión Municipal. Los cargos a cubrir eran los de Procurador Municipal, Defensor de Pobres y Menores; Municipal de policía; Municipal de Educación Pública, Culto y Beneficencia; y Recaudador de Rentas y encargado de Obras públicas. Esos días se recibe la renuncia de Francisco López Seco, la primera como miembro de la Comisión Municipal. Anunciada la decisión, los encargados en organizar el municipio ponen los ojos sobre Alejandro Miroli para que ocupe su lugar reemplazado a López Seco inmediatamente, al recibir el nombramiento el 10 de diciembre de 1875, enviando el 20 su nota de aceptación al cargo, la que decía: “...a pesar de mis muchas ocupaciones y pocas luces para desempeñar un puesto el cual necesita capacidad y conocimientos prácticos de la Campaña; lo acepto gustosamente afín de poder probar que en cambio tengo el buen deseo de ser útil a un Pais tan hospitalario como lo es la República Argentina (Buenos Aires) asegurando al Sr. Ministro que he de contribuir en todo lo que me sea posible al desarrollo moral y material de aquel nuevo Partido...”. Miroli tendrá un papel destacado en la formación del Pueblo Brandzen.
El día 21 de diciembre de 1875 llega la confirmación de Pedro Ferrari como juez de paz para el año siguiente, ya no como interino.20
Creemos conocer todos los pormenores respecto a la formación y desarrollo de la administración municipal, pero no hay mas que indicios hasta el momento que indiquen donde se hicieron las primeras reuniones y se tomaron las primeras resoluciones municipales; en el cual los primeros vecinos del partido solicitaron sus guías para el ganado, pagaron sus impuestos, eligieron a sus representantes y se quejaron; donde funcionó la municipalidad hasta mayo de 1880. De ese año hay un documento municipal, el balance correspondiente al tercer trimestre que dice: “...Pagado a Don Modesto Vera por el alquiler de la casa que ocupa el Juzgado de Paz y la Municipalidad correspondiente a los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre según recibos números 8 y 11…2500.- Pagado a Don Pedro Ferrari por alquiler del cuartel correspondiente a los meses de mayo, junio, julio, agosto y setiembre, según recibos Números 9 y 12…1500...”.21 Si a este dato unimos los recogidos en planos, notas y actas citadas y referidas podemos señalar con claridad donde estuvo el municipio desde la fundación del Partido hasta la inauguración del edificio municipal actual.
Luego de designarse oficialmente las autoridades legales del partido comenzó la vida política autónoma de Brandsen. La tarea sería enorme, crear toda la administración, para lo cual la primera medida tomada por Ferrari fue enviar el 30 de noviembre la nota de aceptación al cargo de juez de paz, habilitando así el funcionamiento del municipio. Inmediato se acuerda con los miembros de la comisión municipal que la reunión constitutiva se realizaría el día 3 de diciembre de 1875. Según podemos deducir la constitución del municipio se realizó en el edificio que corresponde al rancho antiguo de la estancia de Pedro Ferrari, el que luego de 1893 comienza a conocerse como El Chañar. Desde ese momento hubo de disponerse  que las instituciones que conformaban el municipio, vale decir, Juzgado de Paz, Comisión Municipal y Partida de Policía, utilizaran este edificio como sede. Es de destacar que el rancho antiguo de la estancia El Chañar estaba bastante alejado del ejido original del pueblo Brandzen. A pesar de esto los considerandos del exordio de la Ordenanza 193/87 comete el error de indicar que El Chañar es “…núcleo generador del poblado actual cabeza del Partido, lo que constituye una importante fundamentación técnica-urbanística…” para declararla sitio histórico.
Con la llegada de un nuevo juez de paz y los acontecimientos que lo llevaron a ocupar ese sitial a fines de 1877, la Comisión Municipal resolvería el alquiler del edificio recientemente construido por Modesto Vera, el que en la actualidad se encuentra en la calle Paso 181. Es por tanto en ese año que las autoridades municipales se asientan en el pueblo Brandzen, convirtiéndose el ejido en capital del Partido.22
 En la casa de Vera funcionaría la municipalidad desde ese año hasta el 8 de marzo de 1886, cuando se inaugura el edificio de la calle Sáenz Peña, el que modificado conocemos en la actualidad. Pero la policía no se mudaría y durante el mismo período, 1875 a 1886, el casco de la estancia de Ferrari seguirá siendo la sede de las fuerzas de seguridad del partido, abonando el municipio un alquiler a Pedro Ferrari.23

4 - La fundación del Pueblo Brandzen y su formación

Mientras comenzaba la organización de la administración municipal Pedro José Ferrari, encargó a su cargo al agrimensor Julio Serna la confección de un plano de pueblo en parte de sus tierras. Dos días después de creado el Partido y dos antes de su nombramiento como juez de paz provisorio, 23 de octubre; Ferrari envía una nota personal al Gobernador en donde expresa “…que promulgada la ley que ha creado un nuevo Partido entre los de Ranchos y Ensenada,…creo llegada la oportunidad de que el P.E., en uso de la facultad que le confiere el artículo 2º de la ley, disponga lo conducente para la ubicación del pueblo que ha de servir de cabeza de Partido…”. En la nota sugiere que su propiedad esta bien ubicada, sobre terrenos altos próximos a la estación del ferrocarril, donde podrían ubicarse unas 300 manzanas de 100 varas (86 metros) de lado y que estaba dispuesto a donar los terrenos para los edificios y espacios públicos.24 El 10 de diciembre el Gobernador autoriza la formación del pueblo previo informe del Departamento de Ingenieros.25
De conformidad a lo señalado por el gobierno el 10 de diciembre de 1875, el día 23, ya como juez de paz, por lo tanto en representación del municipio, Pedro Ferrari remite una nota al gobernador y adjunta el plano de la traza del pueblo elaborado por el agrimensor Julio C. Serna, solicitando se sirva aprobar su nombramiento. En esa carta Ferrari bautiza el proyecto remitido con el nombre de “Pueblo Brandzen”. Recibido en la gobernación el proyecto del Pueblo Brandzen se remite al Departamento de Ingenieros, el que se expide el 28 de enero de 1876 informando que “…era necesario que el interesado acompañe un nuevo plano en que aparezca el arroyo y cañada de Paraguayo Justo…” 26, accidentes que no se habían señalado admitimos adrede para no denotar la insuficiente calidad del terreno para la fundación de un centro de población, en especial por alturas e hidrografía, origen de las numerosas inundaciones anteriores a las obras de drenaje encaradas por el municipio durante el siglo XX.
Entonces Ferrari, encomienda al agrimensor Germán A. Kuhr, hijo del reconocido agrimensor, a rehacer el plano. Para su aprobación definitiva y la fundación del pueblo debían preverse los terrenos destinados a edificios y espacios públicos para luego ser donados al Estado provincial y la corrección pedida por el Departamento de Ingenieros. Para la ejecución de este nuevo diseño de traza del pueblo delineado en terreno de don Pedro J. Ferrari, Germán A. Kuhr recibió del Departamento de Ingenieros instrucciones verbales a fin que se corrigieran los errores del primer agrimensor, se ajustaran a los pedidos y expectativas y respondieran a las escasas normativas de las operaciones.27 La exposición que fundamentó la postura del cuerpo de agrimensores en mayo de 1876 devela como fue el primer trazado del pueblo y las correcciones que tuvo que hacerle Kuhr. Su plano de preveía que las manzanas frente a la línea del ferrocarril tuvieran frente sobre la línea de esos terrenos, vale decir, los frentes daban directamente a la vía. Kuhr separó en el diagrama treinta metros la línea de los terrenos del ferrocarril desplazando todo el diagrama, abriendo una calle ancha. Lo mismo dibujó en el sector Este del ejido. Esto agradó al Departamento de Ingenieros, pero no se cumplió en la práctica.
El proyecto de Kuhr contempla sesenta y cuatro manzanas para pueblo, de aproximadamente ciento dieciséis varas de lado, dispuestas en damero con líneas de ocho; dos destinadas a plazas públicas; en la central las calles que las circundan son amplios bulevares; en la manzana sureste de ella un terreno de 50 por 100 metros reservado a escuela y templo, en frente uno de las mismas dimensiones para municipalidad y en la manzana Noroeste otro igual para juzgado de paz y policía, creando así el centro cívico de la futura ciudad. Esta plaza tenía una diagramación de senderos y canteros que se cruzaban en diagonales y círculos, la misma que luce hoy.
Al Norte del diagrama, sobre la calle que llevará el nombre de Sáenz Peña, una fracción de campo de cien metros de lado fue destinado a cementerio. Completaban el diseño 18 manzanas de 200 metros de lado para ampliación y 14 de 400 para chacras.
A cada lado de la vía había dos calles de treinta metros de ancho.
Concluido el trabajo, Kuhr lo remite al Departamento de Ingenieros, ingresando el 17 de febrero.28
Habiendo estudiado el plano del expediente iniciado por la Municipalidad de Brandzen sobre traza y delineación del pueblo Brandzen, el 17 de mayo de 1876 el Departamento de Ingenieros con la firma de  Francisco Lavalle, Carlos Encina y Edgardo Moreno concluyó aconsejando al ministro de gobierno aprobar el plano, al que encontraba “…aceptable…”, más no exacto.
A pesar de informar como aceptable el plano, el Departamento aconsejó ubicar el cementerio a mayor distancia del centro, proponiendo que fuera en el extremo Norte del Ejido, lugar que indicaron en el plano con tinta carmín. El lugar era el que ocupa actualmente.
El 22 de junio de 1876, el gobernador Carlos Casares y el ministro de gobierno Aristóbulo del Valle firman la resolución por la cual el poder ejecutivo provincial aprueba la traza presentada por el agrimensor Germán A. Kuhr para la formación del pueblo Brandzen, con las modificaciones indicadas en el informe, ordenando se le comunique esto al Departamento de Ingenieros y a la Municipalidad de Brandzen. 29
Quedaba fundado un nuevo pueblo en el Partido de Brandsen, el pueblo Brandzen, debía ahora comenzar a ser asiento de las autoridades. Guardaba Ferrari esperanzas en la misma ley de creación del nuevo Partido.
                        A partir de ese entonces esperaban las ventas de los terrenos que componían el nuevo pueblo. Conociendo la actividad privada de Alejandro Miroli, entendemos porqué un vecino de San Vicente es miembro de la Comisión Municipal de Brandsen.
Miroli, un especulador en tierras, aunque no era vecino de Brandsen se le propuso ser miembro de la municipalidad, lo cual prohibía la ley, por su actividad como copropietario de la firma inmobiliaria La Terrenal, empresa que en 1873 había fundado el pueblo vecino de Domselaar, creado su escuela y erigido su capilla en 1875.30 Preocupándose en hacer público la cantidad y calidad de sus invitados, la iglesia fue inaugurada con una gran fiesta el 6 de febrero de 1876, para lo cual se fletó un tren con 250 personalidades, entre los que se encontraban el Obispo, el Gobernador, el Ministro de Cultos y el padrino y la madrina, Luis Sáenz Peña y su señora.31 Asociada La Terrenal a la firma de subastas Adolfo Bullrich y Cía una semana después, procedían al segundo remate de lotes y quintas en Domselaar.32 Alejandro Miroli es una pieza clave en la estructuración del Pueblo Brandzen, conocía el mercado inmobiliario y es de admitirse que el y sus contactos produjeran las ventas de los lotes de Brandzen; las que resultaron un mal negocio, a la vista del número de compradores, llevando casi siete años completar.  

4.1 - Ley y promesa incumplida

            Fundado el pueblo, Ferrari comunica al gobierno que se encontraba dispuesto a escriturar los solares para espacios públicos indicados en el plano aprobado, como lo obligaban las normativas de la época.33 Por orden del gobernador, es encomendada la Escribanía mayor de Gobierno para la operación, por parte del Estado. Por la otra parte y por poder Antonino Ferrari, contador municipal, acordaron según el plano del pueblo, la escrituración de tres terrenos de 100 x 100 metros, para dos plazas y cementerio y tres lotes de 50 x 100 metros, para Juzgado y Policía para escuela y parroquia, y para municipalidad.34
Habiéndose obtenido avances importantes en la erección del pueblo, no existía ninguna iniciativa provincial tendiente al cumplimiento del artículo 5º de la ley 994 de creación del partido referente al subsidio por la construcción de los edificios públicos.
El 15 de Julio de 1876 Kuhr termina la mensura de los terrenos donados, trabajo que encargó el gobierno.35 El 2 de agosto el municipio designa a Cornelio Baca como agrimensor municipal para determinar las líneas para los edificios a construirse.36
Dispuestos a recibir los beneficios del citado artículo 5º, los municipales autorizan a Ferrari a dirigirse a su superior para ponerlo en conocimiento que: “…habiendo sido escriturados los terrenos en que se han de levantar los edificios públicos de este pueblo, ha llegado el momento de que sean confeccionados los planos de las obras por el Departamento de Ingenieros a los fines indicados en el artículo 5º de la ley de creación de este partido…”. Elevando el tono, en la nota deja las formalidades y la solicitud se torna imperativa, prosigue: “…en cumplimiento de la citada ley y penetrado de la necesidad de proveer a este pueblo de los edificios que le son indispensables, se servirá impartir las ordenes necesaria para que el Departamento de Ingenieros levante los planos con arreglo a la cantidad votada para las obras por la H. legislatura de la provincia…” 37
Como respuesta, el Departamento de Ingenieros y el gobierno solicitan al municipio que el ingeniero encargado necesitaba las explicaciones respectivas. En abril Ferrari se comunica con Antonino y lo instruye sobre el tema.38
El 4 de noviembre la Comisión Municipal remite la terna para elegir Juez de Paz y a fin de año es reelegido Pedro Ferrari.39
Nada se supo de los edificios públicos durante el primer semestre de 1877. El 1º de junio don Pedro resuelve presentar su renuncia al cargo, en donde, excusa de edad mediante y “motivos poderosos”, no le permitían continuar desempeñando el cargo.40 Su renuncia encierra el desagrado por el incumplimiento, la tardanza y la forma con que el gobierno provincial estaba tratando el asunto de los edificios; es bueno tener en cuenta que a ese año Pedro Ferrari contaba con 64 años de edad.41 Al poco tiempo y por mandato de la administración provincial, esperando que siga en el cargo hasta que se defina el asunto en cumplimiento de las leyes, a lo cual el Juez de Paz expresa que seguirá contestando con ironía: “…hasta tanto se ponga en práctica las leyes orgánicas…”.42
Mientras tanto se cumplían los trámites burocráticos para confeccionar los planos. Con el objeto de suministrar los datos necesarios, el municipio designa a Alejandro Miroli para el seguimiento del expediente, encomendándole, como contestación a la pregunta del gobierno, poner en conocimiento que los recursos con que la municipalidad cuenta para llevar a cabo las obras eran los 800.000 pesos votados por la legislatura y que la Comisión Municipal no quiere edificios de elegante arquitectura sino que sean cómodos y adecuados a su objeto, que sean hechos de barro y sus revoques con la mezcla necesaria; que no quiere hacer mas gastos que los que está autorizada a hacer por la ley de creación del partido, y que sea cuanto antes por ser de urgente necesidad, por lo que se requieren sean sencillos y de fácil construcción.43 En noviembre el Departamento de Ingenieros eleva el expediente de planos y presupuestos y el gobierno los envía a la Comisión Municipal.  En el mismo proponía que la construcción de la capilla se suprima por el momento dado que los costos excedían la cifra fijada por el artículo 5º de la ley 994, resultando el presupuesto de la siguiente manera: Casa municipal y Juzgado de Paz: $256.963,67; Escuela de ambos sexos: $640.937,29; Capilla: $313.502, 70; total: $1.211.403,76; aclarando que podrían suprimirse cercos y veredas de baldosas, como lo solicitó el municipio y aun se pasaba de lo fijado en $97.900.44 La contestación del municipio, enviada el día 27, señala: “…esta Municipalidad me encarga manifestar a V.S. que se halla conforme con los planos referentes a la capilla, casa municipal y Juzgado de Paz, y cree que la casa para escuelas debiera ser más modesta en atención a que su elevado costo recarga el de todas las obras en conjunto, excediendo en una fuerte cantidad la suma votada para su construcción, y como esta Corporación no tiene fondos para cubrir esa diferencia, es que considera conveniente que se reforme el plan de las escuelas hasta sujetarse a los términos de la Ley, salvo la opinión ilustrada del S. Gobierno.
A más no está conforme esta Municipalidad con la indicación que hace en su informe el Departamento de Ingenieros insinuando la supresión de la Capilla y que se destine el valor de la Casa Municipal a su objeto, y por el contrario opina por la supresión de las escuelas por ahora, las que más propiamente pueden funcionar en la Casa Municipal por ser aún pocos los alumnos con que cuentan y porque más adelante el Consejo Gral. de Educación con arreglo al Art. 64 de la Ley de la materia, contribuiría a su edificación en la parte que le corresponde, si los fondos sobrantes se depositaran en el Banco a la orden del Consejo escolar de este Distrito.- La cantidad votada para los edificios públicos es de $ 800.000.- Las obras proyectadas, importarán: Casa Municipal y Juzgado de Paz: $256.963,67.- Capilla: $ 313.502,80.- Sobrante o dep. para Escuela a la orden del Consejo Escolar de este Distrito: $ 229.533,53.- Suma general: $ 800.000.- De este modo podrían disponer de la cantidad de $ 344.299 para hacer la casa para Escuelas, puesto que el Consejo General daría una tercera parte del costo de la obra, una vez depositadas las otras dos terceras partes del Consejo de distrito que son los $ 229.533 y que quedaría de este modo zanjada la dificultad para que se hagan las obras que son más necesarias y de menos costo.-Debo hacer presente a V.S. que el precio del ladrillo dado por el apoderado de esta Municipalidad al Departamento de Ingenieros ha sido equivocado, pues sólo cuesta el millar doscientos cincuenta pesos m/n, así es que rebajando los cien pesos de más en que ha sido calculado, se consigue una diferencia de consideración...” 45
Con la idea de no esperar más el dinero señalado por la ley 994, a mediados de 1878, el municipio incentiva la constitución de comisiones de vecinos en los cuarteles del Partido, para la recolección de fondos para capilla y cementerio. El 30 de marzo de 1879 el expediente sobre los edificios públicos concluye con la siguiente frase: “…No habiéndose votado fondos en la ley general de presupuesto, para atender a este gasto resérvense hasta nueva resolución.”.46 Por no tomar aquello, no hubo nada. Muchos años después se seguían alquilando los edificios para comisaría, juzgado, municipio y escuela y pasarán muchos avatares para concretarlos.
El pueblo de Brandsen no podía dejar de ser un pedacito de pampa, seguía despoblado.
En ocasión de su viaje en el Ferrocarril Sud durante el año 1880, Estanislao Zeballos, realizó las anotaciones sobre la zona, las que pasaron a formar parte del libro Descripción amena de la República Argentina: Viaje al país de los araucanos; sobre los pueblos del partido de Brandsen y la situación general de lo loteos señaló: “...eran las 11 y 20 y habíamos llegado a Altamirano, a 87 km de Buenos Aires, después de pasar por las estaciones y caseríos de Doncelaar, Ferrari y Jeppener y a los cuales ha dado vida el ferrocarril y el abuso del crédito..., causa primordial si no única que tantos males generara, (que) produjo florecientes especulaciones en tierras, sobre todo en las cercanías de Buenos Aires y en las adyacencias de las vías férreas y surgieron al calor de tanto extravío y de tan insensatas ilusiones, decenas de aldeas y villas en suelo inadecuado las más, en sitios anegadizos las otras, con edificios pomposos a propósito para satisfacer la competencia de las familias opulentas…Pero el vertiginoso progreso tuvo su hora apocalíptica cuando el fisco, representado por los Bancos Provincia e Hipotecario, llamó a cuenta a sus deudores y estos se apercibieron con pavor de que habían derrochado el capital que la prodigalidad imprudente del descuento pusiera en sus manos. Comienza entonces la avara y terrible liquidación, durante la cual se arruinaron con estrépito los especuladores pomposos y derrumbáronse fortunas que se creían inconmovibles…Desde entonces, también los tribunales de comercio sometieron a la dura prueba del martillo judicial los edificios lujosos, las quintas de recreo, las aldeas y villas que habían surgido como por encanto en todas direcciones y que lejos de dar el interés del dinero, exigían fuertes gastos de conservación. Pertenecen a este número la mayor parte de las villas que se ven desde el carruaje en que marchamos al Azul...  pero que después de aquél violento desenlace, la febril y prematura actividad, quedó sujeta a proseguir lentamente la marcha del progreso, al impulso de las fuerzas normales que presiden su desarrollo...”

4.2 - Un nuevo Pueblo Brandsen

Durante el primer bienio del '80 del siglo XIX, el pueblo cabecera del partido contaba con amanzanamiento, terrenos para chacras, una docena de casas y plaza central; las oficinas públicas estaban funcionando en edificios alquilados; el cementerio; la capilla en construcción y las ovejas de Pedro Ferrari, dueño del campo donde se hallaba el postergado loteo, el pueblo. Del inventario de los bienes municipales realizado en 1880 por Luis A. Sáenz Peña al dejar el cargo de juez de paz en manos de su sucesor Pedro Ferrari sabemos que entre ellos estaban las escrituras de los terrenos del pueblo que Ferrari había vendido en forma particular. Los compradores eran 12, correspondientes a lotes para solares 10. Los sitios que no se pudieron determinar hasta el momento eran los de Timoteo Mena y Barragán,  Bautista Pomino, Juan Martí, Prudencio Villalba y Rosas Ferreira; los determinados, Juan Massa, en la manzana 56; Mariano Sánchez, en la mitad de la manzana 21;  Modesto Vera, lote en Manzanas 63 y 45, y 1 chacra; Custodio Matos, lote en 63 y 2 chacras; y Juan A. Llanos la manzana 39. Cuatro eran las chacras vendidas, 2 a Federico Ferrari y 2 a Andrés Jones. A esto se sumaban 2 manzanas, la 8 y 16 que Ferrari donó a Luis Sáenz Peña. Las construcciones apenas llegaban a la decena.47
El municipio y vecinos reprochaban a Ferrari por sus ovejas, “…no ha mucho veían con sentimiento que las manadas de ovejas de propiedad del señor Ferrari se abrigaban dentro y en los alrededores de la capilla y el cementerio pues como estas obras estaban aun en construcción no se podía evitar que en la noche se asilaras allí las haciendas,…”. A lo que Ferrari contestaba: “…pretestando ser dueño de los terrenos de este pueblo y llegar hasta el punto de amenazar de presentarse al gobierno quejándose de que no le permitían tener su hacienda…”, lo cual no era mentira e hizo a principios de 1882.48
Al ser irreductibles las posiciones y argumentos de ambas partes, como era de esperarse, se despertarían enconos contra Ferrari.
El municipio debía tomar medidas y con el sentido de hacer cercar los terrenos del futuro pueblo y conocer el estado dominial de sus manzanas, se dirige por nota al Director General de Rentas de la Provincia el 18 de febrero a fin que informe el número de manzanas que lo conformaban, el nombre de los propietarios y cuanto pagaban de contribución directa, el impuesto inmobiliario.49 El 1º de mayo se sanciona una resolución por la cual se obliga a “…cercar de alambre todos los terrenos que forman el ejido del pueblo…”; comenzará así una larga tramitación sobre la formación de la ciudad definitivamente, tomándose de fondo la iniciativa de concretar el pueblo.50
Preocupado por los acontecimientos entre Ferrari y la Municipalidad, el Ministro de Gobierno solicita informes oficiales y ésta hace su descargo el 12 de mayo con un informe donde se explica que “…la comisión Municipal no ha tenido otro móvil que el adelanto y progreso de este pueblo que desde su fundación y hasta la fecha ha permanecido en un verdadero estado que debido principalmente a las inexplicables y elevadas pretensiones que sobre el valor de sus terrenos tienen y ha tenido el Sr. Pedro J. Ferrari, pues no solo se puede decir que es un pueblo que esta en embrión sino un pueblo que esta completamente muerto debido a su propietario que según lo expone es el mismo señor Ferrari.- La municipalidad al dictar dicha resolución ha creído que estaba completamente facultada para ello, ejerciendo así derechos que le son propios, y que con esta medida podría algún día no lejano ver realmente delineado lo que se llama pueblo Brandsen, y no lo que ha sido hasta la fecha, un potrero para él pasteo de las haciendas del Sr. Ferrari.- Para probar a Ud. la verdad de estos hechos, los vecinos todos de este pueblo no ha mucho veían con sentimiento que las manadas de ovejas de propiedad del señor Ferrari se abrigaban dentro y en los alrededores de la capilla y el cementerio pues como estas obras estaban aun en construcción no se podía evitar que en la noche se asilaras allí las haciendas, pues el Sr. Ferraría pesar de las amonestaciones que se le hacían al respecto no las atendía, pretextando ser dueño de los terrenos de este pueblo y llegar hasta el punto de amenazar de presentarse al gobierno quejándose de que no le permitían tener su hacienda en los terrenos del pueblo. El Señor Ferrari afirma en su solicitud que apenas hay una docena de casas en este pueblo no siendo esto exacto, pues pasan de cincuenta las que existen actualmente y esto es Excmo. Señor poblado en terrenos que han costado a sus propietarios precios mas elevados que los que se puede comprar terrenos en la misma capital así es que ni hay que extrañar que tengamos tan poca población cuando es el mismo señor Ferrari por las causas manifestadas el que hasta se puede decir (ha declarado la guerra) a todos aquellos que quieren establecerse en esta localidad.- La municipalidad señor ministro consecuente con su resolución ha sido la primera en cercar los terrenos donados para edificios públicos, y un embargo, el señor Ferrari quien ha sido el que ha explotado a sus antojos estos terrenos no tiene ni siquiera un rancho con lo que podría decir: algo he hecho por el pueblo de Brandsen, no es extraño pues señor Ministro ver a este mismo Sr. Ferrari afirmar como lo hace que apenas hay una docena de casas cuando en realidad hay cuatro veces mas de lo que manifiesta.- Las pretensiones del Sr. Ferrari son extraordinarias señor bajo todo aspecto  ridículas pues, si bien, ha sido uno de los vecinos mas empeñados en la formación de un pueblo y para el cual han generado aprecio sus tierras, Por que retrocede hoy?. Acaso se espanta de la civilización, del progreso, para que quiera pueblo entonces el señor, Ferrari para que Municipalidad, siendo así que en el caso en que se trata el único favorecido él unció que en realidad recoge el fruto de los esfuerzos de la municipalidad es el mismo Ferrari quien se presenta hoy ante I.S. quejándose de los adelantos que esta municipalidad esta dispuesta a llevar adelante en lo que le sea posible, sintiendo únicamente que todos sus esfuerzos vengan a chocar con la resistencia del que menos debiera hacerlo.- Al concluir este informe señor ministro, réstame solo manifestar que el único objeto que ha tenido la municipalidad al dictar la resolución en cuesta ha sido, el progreso y el adelanto que jamás podrá haber pueblo si se forman en cuenta las acusaciones del señor Ferrari…” 51
La intención evidente de los municipales era utilizar cualquier camino para expropiar los terrenos del pueblo que aun fueran propiedad de Ferrari, vale decir, que no se hubieran vendido, con el objeto de bajar el costo de los mismos o liquidarlos para que de una vez por todas se pueble. En el caso de no obtener la expropiación el crear otro loteo con precios razonables de las fracciones haría que se desarrolle primero éste, asegurando de esta forma contar con una capital para el Partido, poblándose el pueblo de Ferrari con el tiempo, obligando a su dueño a bajar los precios por no poder venderse.    
Resuelto los municipales a dejar el pueblo establecido, el 26 de junio envían al Gobierno para su aprobación los planos y presupuestos de los edificios públicos, vale decir, Casa Municipal, Juzgado de Paz y Comisaría encargados a Juan Burgos.52 Y, avanzando aun mas, solicitan el 7 de julio, iniciar los trámites de expropiación de 2 leguas de terreno que a juicio del municipio eran buenos, los campos de Faulkes, que deberían formar un pueblo, ampliándose el diagramado por Ferrari, “…pues solo cuenta con sesenta y cuatro manzanas de tierra siendo esta de propiedad particular motivo bastante poderoso para la falta de pobladores, pues, su precio es fabuloso…”. El 31 de ese mes remiten el plano del nuevo pueblo proyectado.53 Como respuesta el Superior Gobierno resuelve realizar la mensura de todos los terrenos alrededor de la estación de tren, y el señalado por el municipio con el objeto de determinar quienes eran los propietarios, evaluar el terreno para la expropiación y tomar nota de las propiedades, para proceder a tramitar la expropiación requerida.54 Sobre el plano municipal se presenta el proyecto de expropiación en el Senado en 1884 y el Gobierno encomienda al agrimensor Pedro Salvadores a practicar una mensura para conocer el estado general de las propiedades y la situación, trabajo que se ejecuta en marzo de 1885.55 La mensura y el plano elaborado por Salvadores es para la historia de Brandsen una fotografía del pueblo y sus alrededores de comienzos de 1885.
Como se trataba de un trámite previo a una expropiación de terrenos vacantes, sistemáticamente el agrimensor recibió de los vecinos la negativa a mostrar sus títulos de propiedad, indicando en el informe presentado y el plano adjunto la curiosa aparición de todas las fracciones, lotes y chacras enajenadas a favor de algo más de una decena de vecinos. Los lotes mas cercanos a la estación ferroviaria es donde estaban la mayor cantidad de casas, por lo tanto la mayor variedad de apellidos, pero 33 de las 64 manzanas pertenecían a un solo propietario. Lo hallado y descripto por el agrimensor se contradecía con el informe de la municipalidad elevado al gobierno en 1882. Resulta curioso como Ferrari vendió todo en tres años cuando no pudo venderlo en los seis anteriores, mas curioso es que ninguno de los vecinos mostrara al agrimensor encargado su título respectivo. A pesar de la falta de colaboración Salvadores concluyó el trabajo señalando las construcciones que había en ese momento y a los que podemos denominar, supuestos compradores a Ferrari.
El 22 de diciembre, la municipalidad sanciona otra resolución similar a la de tres años antes, esta vez fijando 200 pesos de multa por incumplimiento a los que no construyeran o cercaran con material o pilares y rejas a los terrenos y hacer las veredas correspondientes; buscando así presionar a los escasos propietarios y al propietario del resto de los lotes, Ferrari, a liberar los terrenos para ser poblados. Además se buscó por otra vía que se expropien los terrenos.56 Enterado el gobierno provincial por nota enviada de las autoridades de Brandsen, a principios de 1886 notifica que “…es necesario que proceda la autorización legislativa para la expropiación del terreno donde está ubicado el pueblo de Brandsen y mientras ello no se de, no puede pensarse en obligar a los vecinos a la construcción de cercos y veredas…” 57
La solución que podía aportar el Estado provincial al problema que la municipalidad tenía respecto a la ocupación del pueblo cabecera de Brandsen llegó echando mano a un terreno de propiedad fiscal que se encontraba al otro lado de camino a La Plata, hoy ruta 215. Este había pertenecido a Samuel Faulkes y quedado en poder del Estado, pasando en propiedad al Consejo General de Educación por no tener herederos María Faulkes, su hija. El 15 de abril de 1887, una medida judicial ordena medir el terreno referido, y un acuerdo extrajudicial entre el gobierno y el doctor Luis Pintos, heredero de un sector de los campos de Davis, llevan a realizar un fraccionamiento del sector para formar un pueblo, para lo cual se comisiona al agrimensor Manuel Correa.
Todas estas gestiones habían logrado los objetivos de los municipales, ampliar el pueblo sobre los terrenos del Consejo General de Educación de la Provincia, ex Faulkes; dando nacimiento al primer barrio del pueblo de Brandsen, al que curiosamente se lo bautizó con el nombre de Pueblo de Brandsen, correspondiendo en la actualidad a los barrios que según la municipalidad se denominan República, Las Higueras y La Manzana, como así también se dividió en pequeñas chacras los sectores de los que se denominan Matadero, Los Tilos, Los Pinos y Familia Propietaria.
Los hechos descriptos no parecieron ayudar al poblamiento del pueblo Brandzen. Si bien Pedro Ferrari termina vendiendo todos los terrenos, lo hizo a pocos adquirientes, por esto se construyen nuevos edificios pero no incrementa significativamente la población.
La evolución del villorrio llegaría por causas externas, el aluvión inmigratorio entre los años 1890 y 1915.

5 - Conclusiones

En este estudio se ha trabajado con un enfoque regional las causas y consecuencias en la fundación y formación de pueblos durante el siglo XIX en el territorio que paso a formar parte del Partido de Branden desde 1875. Por primera vez se ha estudiado en forma integral la creación y desarrollo de estos pueblos, con el fin de acercarnos con mayor precisión a la realidad urbanística de la zona durante el período objeto de estudio. A través de lo expuesto puede apreciarse que deberían de revisarse las fechas de fundación de estos pueblos, pero no siendo objeto del presente, quedará para otros estudios.
Pudieron establecerse características comunes y develar las intenciones de quienes propusieron y estuvieron a cargo en las creaciones de estos pueblos, resultando observarse que solo dos tuvieron la intención de ocupar el sitial de cabeza de Partido, el Gran pueblo General Bolívar de 1875 y el Pueblo Brandzen, de 1876.
En el texto se ha demostrado que debido al alto costo de los terrenos se produce el fracaso de los loteos, como así también que el Gran pueblo General Bolívar, es el segundo pueblo nacido en el territorio que será el Partido de Brandsen y el primero pensado certeramente para que sirva de cabecera de distrito, basado en la especulación del desarrollo de los alrededores de la estación Altamirano.
En cuanto a la fundación de la ciudad de Brandsen se puede afirmar que existiendo con mayor o menor grado de desarrollo pueblos en el Partido de Brandsen recientemente creado en ese entonces; en especial el Gran Pueblo General Bolívar, con almacén, fonda y hotel, industria (Román, Laborde y Guerín), servicio de coches a distintos puntos de la provincia y el nudo ferroviario de la estación Altamirano; es que se evidencia que la fundación de la ciudad de Brandsen no solo se realizó para asiento de autoridades, sino como un negocio inmobiliario especulativo, como se decía en la época, en donde Pedro José Ferrari organiza un loteo en sus campos con el fin ulterior que sirva de cabeza de Partido aprovechándose de su preeminencia de juez de paz, las ventajas de dirigir la municipalidad y su proximidad a la administración pública provincial. La fundación de pueblo que propone entra en contradicción con la solicitud de 1872 de los vecinos fundadores de Brandsen. 
Siendo encargado el trabajo de modificación del plano del pueblo Brandzen a Germán Kuhr es que el 22 de junio de 1876, por resolución del poder ejecutivo provincial es aprobada la traza. Por lo cual, respecto a la fecha de fundación, considero por lo fundamentado que ésta sería la fecha mas conveniente para ser adoptada como la fundacional de la hoy ciudad de Brandsen, como asimismo debería designarse con absoluta certeza a su promotor, Pedro José Ferrari como el fundador del Pueblo Brandzen, hoy ciudad de Brandsen.
A pesar de la aprobación del plano, faltaba un tiempo para que el proyecto fuera a convertirse en la capital del distrito o asiento de sus autoridades. Las esperanzas de Pedro Ferrari en el cumplimiento del artículo 5° de la ley de creación del Partido de Brandsen, donde se destinaban ochocientos mil pesos para la construcción de los edificios públicos nunca llegó, decepcionando a Ferrari y atrasando todo lo programado. No fue sino con la asunción de un nuevo juez de paz y la renovación de la Comisión Municipal a fines de 1877que se resolvería el alquiler del edificio recientemente construido por Modesto Vera para sede de las autoridades municipales. Se asientan así en el pueblo Brandzen convirtiéndose por ende el ejido en capital del Partido. Estos resultados, unidos a que el casco de la estancia que se conoce con el nombre El Chañar estaba bastante alejado en 1875 y 76 del ejido original del pueblo Brandzen, desbaratan las afirmaciones del imaginario popular que indican que este sitio fue núcleo generador de la ciudad, y que fuera oficializado por el Concejo Deliberante y Municipio de Brandsen en la Ordenanza 193/87 declarando sitio histórico a El Chañar; nombre que por otra parte no consta en documento público o privado alguno hasta 1893, casi tres años después de fallecido su dueño, el fundador del pueblo Brandzen, Pedro José Ferrari.

                                                                                                                                                                                           Carlos M. Vignola

Bibliografía, documentación consultada y notas

 1 - Longoni, René y Galcerán, Virginia: Pueblos imaginarios. La especulación urbana en la campaña bonaerense, 1870-1880. Mundo Agrario. Revista de estudios rurales, nº 6, primer semestre de 2003. Centro de Estudios Histórico Rurales. U.N.L.P.
  2 - Valencia, Marta: El Banco Provincia ante el crecimiento y las crisis de las décadas de 1870 y 1880. En De Paula, Alberto y Girbal-Blacha, Noemí (compiladores) Historia del Banco de la Provincia de Buenos Aires., Banco de la Provincia de Buenos Aires, v. 1, cap. V. (Buenos Aires, 1997).
  4 - Balbín, Francisco L.: La crisis 1873-1875. (Buenos Aires, 1877). Pág.: 5.
  5 - Chiaramonte, José Carlos: Nacionalismo y liberalismo económicos en Argentina. Hyspamérica (Buenos Aires, 1986) Pág.: 101 y 102.
  6 - Longoni, René y Galcerán, Virginia: Op. Cit.
  7 - Ídem  
  8 - Ibídem
  9 - Ibídem
10 - Ibídem
11 - Archivo de Geodesia: Duplicado de mensura Nº 133 de Brandsen.
12 - Archivo General de la Nación: Protocolos de Escribanos. Escribano José Victoriano Cabral; Registro 1; Años: 1865 tomo 2; 1866 tomo 1; 1867 tomo 1; 1868 tomo 1; 1870 tomo2 y 3; 1871 tomo 2; 1872 tomo 1; 1876 tomo 3; 1877 tomo 1; 1878 tomo 1.
13 - Archivo de Geodesia: Carpeta 1 Partido de Brandsen. Copia de plano de Jeppener de Daniel Achaval, 1965. Asimismo existe en el Archivo de Geodesia el plano del pueblo Jeppener de agosto de 1888, obra de Cornelio Baca, donde se señalan las propiedades adquiridas, que además se encuentra publicado en Sueldía, 1998.
14 - De acuerdo con Razzori (1945), para la formación de pueblos el Departamento Topográfico aplicaba las disposiciones que Sarmiento dicta en junio de 1860, donde decía que “...en adelante la traza de los pueblos nuevos se haga por obra de los mismos particulares... el Departamento Topográfico queda inhibido de entender en estos casos, sin previa autorización expresa del Gobierno y si lo hiciera, se limitará a señalar la plaza y una o más calles de 20 varas de ancho en el rumbo que mejor crea convenir...”. Con la creación del Departamento de Ingenieros en 1875 se implementa un mayor control del Estado en la creación de nuevos pueblos.
15 - Mulhall, E.T. y Mulhall, M.: Handbook of de river plate republics. The Standard (Bs. As. 1869). Biblioteca AGN.
16 - Archivo de Geodesia: Duplicado de mensura Nº 36 y 158 de Brandsen.
17 - Archivo Histórico Provincial: Historia de la Provincia de Buenos Aires y formación de sus pueblos. Volumen I; Ed. Taller de Impresiones Oficiales; (La Plata, 1940) Pág.465.
18 - Archivo de Geodesia: Carpeta de plano 170-23-4.
19 - Archivo Histórico Provincial: Archivo H. C. Diputados, C.50; A. 2; Leg.:118; Or.:166. 1875.
20 - Archivo municipalidad de Brandsen: Libro copiador de notas del Juzgado de Paz de Brandsen.
21 - Archivo de Geodesia: Duplicado de mensura Nº 116 de Brandsen. Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1882 16 - 805/21.
22 - En los considerandos del exordio de la Ordenanza 193/87 donde se declara sitio histórico a la finca “El Chañar”, de fecha 23 de Noviembre de 1987, la que surge del estudio realizado por expediente N° 4015-3401/87, se indica que “…Dado que la documentación histórica requerida por esta Municipalidad a través del Departamento de Cultura, la cual fue presentada ante la Dirección de Museos, Monumentos y Sitios Históricos de la Provincia, permite verificar, según plano que data del año 1893, la ubicación de “El Chañar”, como núcleo generador del poblado actual cabeza del Partido, lo que constituye una importante fundamentación técnica-urbanística…”
23 - Archivo de Geodesia: Duplicado de mensura Nº 116 de Brandsen. Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1882 16 - 805/21.
24 - Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1875 13-3-18/9
25 - Ídem.
26 - Ibídem.
27 - A.H.P.: Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires.1876. Pág.:163 a 166.
28 - A.H.P.: Ministerio de Gobierno cit.
29 - A.H.P.: Registro Oficial cit.
30 - Epifanio Haydee y Marcet, Eduardo L.: Los orígenes del pueblo "Domselaar" (1865-1895). Octavo congreso de historia de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Luján 8 al 10 de noviembre de 2001. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires.
31 - La Prensa, Fiestas, sábado 5 de febrero de 1876. En Longoni, René y Galcerán, Virginia: Apuntes sobre la formación del pueblo de Domselaar. Octavo congreso de historia de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Luján 8 al 10 de noviembre de 2001. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires.
32 - Epifanio Haydee y Marcet, Eduardo L.: Op. Cit.
33 - Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno  15-848/0; 1879.
34 - Ídem.
35 - Ibídem.
36 - HCD Brandsen; Libro copiador Nº 1.
37 - Archivo Histórico Provincial: Ídem
38 - Respecto a Antonino Ferrari desacertadamente varios autores refieren que era hermano de Pedro Ferrari. Antonino Ferrari era abogado y contador. Hijo de José Ferrari e Hilaria Lacasa, hermano de Horacio José. Había nacido el 4 de julio de 1856 y muerto el 14 de marzo de 1914. Ocupó varios cargos públicos y fue diputado nacional. (De Luca 2008: 338,339).
39 - HCD Brandsen: Ídem
40 - Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1877 16 - 862/0
41 -Cálculo efectuado a partir de la libreta 71 del censo de 1869 (AGN).
42 - Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1877 16 - 862/0
43 -HCD Brandsen; Libro copiador Nº 1.
44 - Archivo Histórico Provincial: Ministerio de Gobierno 1878 23 - 1329/0
45 - Ídem.
46 - HCD Brandsen: Op. Cit.
47 - Datos elaborados a partir del plano de Salvadores de 1885 (mensura 116 de Brandsen, Archivo de Geodesia) y del inventario de Juzgado de Paz que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial (M. de G.: 1 - 2/0 -1881).
48 - HCD Brandsen: Op. Cit.
49 - Ídem.
50 - Ibídem. 
51 - Ibídem.
52 - Ibídem.
53 - Ibídem.
54 - Archivo de Geodesia: Duplicado de mensura Nº 124 de Brandsen.
55 - Ídem.
56 - HCD Brandsen: Libro copiador Nº 1.
57 - Archivo de Geodesia: Op. Cit.